Desde hace casi cuarenta años imagino cosas. A veces han gustado, otras no. Desde prontito empecé con los vinos, la gastronomía, destilados, cervezas... Era lo que se esperaba en mi casa. Me pusieron con 15 años a dirigir la vinateria yañez por necesidad de la empresa familiar. Nunca me preguntaron y nunca proteste, aprendí y lo desarrollé lo mejor que supe. Mis pasiones, el kendo, la medicina, el escribir, pintar, actuar... Quedaron escondidas en la penumbra. A veces se dieron las circunstancias oportunas para que hubiera un tímido desarrollo :los libros de cocina me permitieron escribir novelas, ensayos o poesía. El programa de tv me hizo disfrutar de esa experiencia así como el de radio. Peeeeero nunca fueron mi oficio, solo una nota a pie de página. Cosas que hacía con una cierta gracia, siempre supeditadas a mi oficio de pt verbo gratia:puto tendero). Lo de las pinturitas es otra cosa. Desde mi decisión inicial de emplear solo materiales cogidos de la calle, para unos reciclador, para otros ropavejero, tanto los soportes cuanto los colores. Lo que explica, más que otra cosa mis gamas cromáticas. Digo que lo de las pinturas es diferente porque hubo muchas decisiones que han marcado este discurrir, el medio y los soportes, el no recibir ninguna formación, las críticas durisimas, totalmente acertadas por otra parte de personas que saben mucho... Muchas cosas, elecciones, ilusiones. En estas fechas se han producido algunas coincidencias emocionamtes:me regalaron un montón de marcos pequeños que pude habilitar con cartones y tablillas. Marcos de pequeño formato que iban a ser tirados a la basura. Y un montón de óleos que un heredero no quiso emplear. La combinación ha dado una expresión diferente a mi producción. Pequeño formato y una posibilidad para las texturas. Algo nuevo para mi. Y cuando una persona entra en la vinateria yañez mira los vinos, los destilados, las cervezas, le agrada la tienda, elige un cuadro y lo compra...Algo me envía a aquel momento de hace casi 40 años en que empecé a trabajar aquí y, por un instante, hay una emoción prístina. Una persona ha elegido una pieza mía para que le acompañe.