Si el gintonic me maravilla, el whisky es mi aguardiente preferido. Bourbon, Canada, Japón, Irlanda, Escocia, España por fin. Con seis orígenes diferentes y seis años de edad he imaginado un blended lleno de arte y alma. Un whisky presto a calentar el espíritu y a transmitir la música de esos lejanos países envueltos en las locas ideas de un español.

A veces la realidad es como un cuento. Y no queda ahí la cosa…la intensidad del mar, del yodo, del humo en una segunda ilusión y por fin…esos mismos conceptos dentro de una barrica de amoroso. Tres locas locuras llenas de ilusión. 102 locuras de amor en realidad