La Ribera del Duero es para mi un lugar lleno de magia y cariño. Mi abuelo paterno tenía muy buena mano para la viña y mucho cariño por el viñedo donde trabajaba. Originario de Valbuena de Duero mi padre nació en una pequeña casita al borde el camino a Pesquera. Mi abuelo hizo varias plantaciones en Valbuena y San Bernardo, luego serian levantadas para plantar remolacha y mucho más tarde han vuelto a ser plantadas de viña. Creo que mi abuelo tenía una intuición muy de campesino para encontrar los buenos terruños y, algunos de los grandes vinos que hoy se hacen en esta zona provienen de aquellas plantaciones. En la Ribera del duero hemos tenido varios proyectos: el primero se llamó José Yáñez, lo hice pensando en mi padre. Un vino para que los amigos que venían al Humilde a comer disfrutaran de la expresión de su tierra, luego hice un vino más moderno, más conceptual y ahora en este proyecto “la casa del padre” he buscado la elegancia, la expresión sosegada de la tempranillo, de la tinto fino. Barrica americana y mucho cariño de la mano de isacio Vitulia y todo el equipo de bodega y campo de hacienda vitulia. Magnificas personas y grandes profesionales. La bodega de Isacio es preciosa, con esa prestancia castellana sólida y dura por fuera, tierna y delicada por dentro. Me encantan las experiencias que Isacio realiza , (es de lo mejor que he disfrutado nunca). El equipo es estupendo, inmejorable. Hemos soñado Unos vinos llenos de cariño y armonía. Estoy muy contento.